Mil Osos Pardos en la cordillera cantábrica, vaticinan, sería
una cifra mágica que posibilitaría un
estado idílico cuantitativo que le haría estar en disposición de establecer un principio de
sostenibilidad definitiva de esta especie; garante de una continuidad expansiva
y de colonización; augurio de años de prosperidad para el plantígrado de
nuestros desvelos en virtud de una progresiva descendencia que le permitiese abandonar el “selecto club”
de especies en peligro de... Continuar leyendo