A la caza debe otorgarsele crebilidad y respeto. La fauna silvestre, especialmente la cinegética y otras protegidas (entre ellas el Lobo), tiene que ser regulada con meticulosa selectividad, allí donde proceda y sea menester, únicamente por los cazadores dado su experiencia y conocimientos. Conceder este empleo es un principio de máxima diligencia de la que no debe de retraerse la Administración. No es bueno olvidar desde las instituciones públicas lo... Continuar leyendo