Realmente
es un absurdo que descubre la inoperancia de unos responsables. La de ahuyentar
osos con disparos de pelotas de goma; fuegos de artificio u otros métodos nada
edificantes, cuando algunos de estos plantígradosmerodean en las cercanías de núcleos rurales,
supuestamente próximos a sus hábitats. Una medida conminatoria que obligue al
oso a retraerse en lo sucesivo en sus andanzas mundanas por aquellos lares,
buscando alimento allí donde lo... Continuar leyendo