A veces los cazadores asturianos, durante el transcurso de
los actos en que desarrollamos nuestra
actividad en el propio campo (no puede ser de otra manera), solemos penetrar en
espacios de dominio particular, que quizás no haya sido la mejor opción, puesto
que lo prudente, a tenor de alguna que otra incidencia desagradable que hemos
tenido que soportar por distintos conductos, hubiese sido más oportuno haber
elegido otra vía de tránsito, rumbo al “apostadero”, o, tras de la pieza,... Continuar leyendo