Vivir la emoción de un lance de caza que tenga como consecuencia final aspectos materiales, en cuanto a la calidad del trofeo obtenido, deberá ser el motivo principal que haya impulsado a uno de los actores principales (el otro es la especie cinegética objeto de ser abatida) a sentirlo en toda su grandeza e intesidad. Pudiera ser el valor dinerario y la imperiosa necesidad de rentabilizar lo desembolsado, tal vez el fundamento básico, como elemento central de este deseo.... Continuar leyendo