En un largo ejercicio de la actividad venatoria, como es el mío, da tiempo y lugar a ser partícipe de diversas secuencias en que he actuado, (sin haberlo propuesto) como actor principal y no de reparto. Del todo ajeno (ni por lo más remoto podía adivinar los sucesos que me acontecieron y de los que sería protagonista) a la posibilidad de cometer una infracción ... Continuar leyendo