Con esta reglamentación, lo que percibimos los cazadores es
una sensación extraña, puesto que para nuestro gremio, en lo que le pueda
afectar, ni es norma, ni es nada; solamente, una carta de ajuste que, en su
exposición delimita, creando serias dudas, la capacidad de constituirse la
caza en alternativa cooperante, cuando
de regular el nivel poblacional del lobo se trate.
El Nuevo... Continuar leyendo