Para abajo, o si lo prefieren al sur de Despeñaperros, la
intimidatoria figura del lobo, perdida
su estela, pudiera ser en estos momentos, constitutivo de un estado residual o de nula comparecencia: es
lo que nos dicen, quienes, es de
suponer, de esto entienden. Es sintomático que este cánido, antaño disperso en
pequeña escala en las zonas de caza de Extremadura y Andalucía, carezca en la
actualidad del resorte de su presencia en territorios tan significados.... Continuar leyendo