
Unidos por
la Caza, Es, o era, (desconozco si lo sigue siendo después del “varapalo”
recibido en las recientes celebradas elecciones a la RFEC ) una plataforma
nueva generada a instancias de las
federaciones regionales de caza más importantes de España (85% de los cazadores
federados españoles) fusionadas, decían, en torno a un proyecto común; concebida para dar vida a a una candidatura integradora que tenía, y, espero,
lo siga teniendo por objetivo, caso de seguir activa, fundamentalmente, poner
fin a la parálisis de la Real Federación Española de Caza, desde hacía
bastante tiempo en manos de una Gestora.
11 federaciones
tales, como Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla León, Galicia,
Navarra, Cataluña, Aragón, Madrid,
Murcia, y Valencia son las componente de este amplío e importantísimo elenco de
principales figuras institucionales que forman el eslabón jerárquico de la cinegética
española, sumados al proyecto de
integración en torno a su propuesto candidato
Llegadas
las elecciones a Presidente de la Nacional, celebradas estas, lo ha sido el
aspirante al sillón federativo principal de la que dicen ser la línea continuista, por un determinante
margen de votos emitidos, 78, por 34 del otro contendiente promocionado por
la plataforma UNIDOS POR LA CAZA , que dejan bien a las claras la evidencia de
la superioridad del nombrado nuevo dueño del sillón presidencial con una trascendente
ventaja de puntuación a su favor. Tal y como están las cosas en materia
reglamentaria que regulan este tipo de procesos electorales nada que objetar y
felicitar a este Sr. por el rotundo éxito obtenido, que esperamos sea para el
bien de la caza y todos los cazadores. Desearle suerte en su nueva y comprometida
responsabilidad. No es un recién llegado; poco le resultara extraño en los
entresijos de la Federación, cuestión que le ayudará.
Podríamos
creer, es la impresión que tengo que, UNIDOS POR LA CAZA, tendría a su favor todos los ingredientes
necesarios que le permitiesen cumplir con el objetivo marcado. Nada de esto ha
sido así. El cuerpo electoral para este tipo de comicios con capacidad para
emitir sus votos está formado por un compartimiento estanco; a saber:
Presidentes de Federaciones Autonómicas,
deportistas, deportistas de alto nivel, club y sociedades, jueces y árbitros. De
estos cinco elementos, solo el voto del Presidente será único, el resto
oscilará en orden cuantitativo, dependiendo siempre del número de federados adscritos a la
Federación que representan. Con estas premisas, todo hacía indicar quien
sería el nuevo Presidente. La predicción
que el aspirante proveniente de la Federación Valenciana sería el elegido, se
afianzaba. A su favor jugaban las fuerzas a priori suficientemente mayoritarias,
al parecer debidamente unidas (después no tanto) aglutinando buenas intenciones, convertidas en votos
preelectorales en torno al proyecto.
Luego
entonces ¿Cómo se debe de interpretar esta, para muchos, sorpresiva situación que se ha dado? ¿Qué es
realmente lo que ha sucedido? ¿Qué falló a la plataforma de integración para no
ser atendida por los asambleístas de forma tan “drástica”? Es cierto que los
once presidentes regionales contaban con que en el colectivo de estamentos
hubiese la máxima uniformidad de
criterios en torno al proyecto que defendían.
Al equipo
del candidato no electo le han fallado las previsiones. Bien que lo siento. En
el programa electoral que presentaba, muy elaborado y consensuado a priori, se
establecían conceptos con los cuales sintonizo plenamente; entre ellos la reforma
del Reglamento Electoral para estos casos; algo muy necesario de hacer, dificilísimo de
conseguir. Sería remover todas las estructuras del Estado en relación con el
deporte.