Yo creo que lo uno, ni lo otro. Sino, todo lo contrario. Aquí,
en el caso que les narraré, predomina supuestamente en los autores encargados
de ilustrar la viñeta de un diario regional, una fobia latente hacia la caza.
Algo que me hace creer en la disposición que estos profesionales de la tira cómica,
mantienen en sus fueros internos una convicción cargada de subjetivismo ramplón,
haciendo de su uso, una cruzada anti-caza, seguramente creyendo poder crear regocijo de aquellos que les siguen.
Tratando de ser
graciosos confunden la generosa actitud de una actividad, como es la cinegética
a la que de forma constante aluden en versiones gráficas con láminas donde
predomina la silueta de jabalíes atribuyéndoles en sentido figurado difusas metáforas
inconsecuentes, preñadas de incentivos que aleccionen a los caladeros de
lectores.
Creo que se pasan en
sus atribulaciones, creando malestar entre los cazadores, en gran medida
también lectores asiduos de sus trabajos.
Desde luego, para nada caen de graciosos. La caza merece respeto y que
no la ponga nadie en un escaparate
burlesco, de forma especial aquellos supinos desconocedores de una actividad deportiva que tantas
prestaciones viene cediendo a la sociedad.
No es casualidad que siempre el incentivo principal de las
líneas maestras de estos dibujos tenga como referencia la silueta de una de las
especies de caza más clásicas, como es el jabalí, en posición de dejar en
entredicho la figura del cazador. La actitud y el comportamiento de estos
dibujantes quedan bien definida, puesto que
sus actos son de sobra
suficientemente interpretados y reconocidos.
Por tanto, debe de otorgársele a la caza la representación
que tiene en distintos sectores de La sociedad civil, incluso que sea objeto de
algún comentario divertido, pero no hacer de su ejercicio algo impropio llevado
a cabo por bufones. Un respeto.