
Si
hay o hubo algo que lo impidiese, ya tenia que estar resuelto ¿hasta
donde piensan llegar en la desatención a la caza social asturiana?
El caso es que empieza
una nueva temporada (2021-22), y numerosos cotos de caza asturianos,
el 50%, se encuentran
en espera de que se les adjudique una nueva concesión por El
Principado, para poder seguir
las adjudicatarias con su continuidad. El caso es que, no se caza en
estas áreas, por motivos que bien se pueden considerar meramente
administrativos. Se
sabía que 20 cotos de caza finalizaban su adjudicación
y lo han dejado para
después de recién
comenzada la caza.
Parece
de pura ficción que
esta situación se haya producido
una vez más;
puede ser consecuencia de dos cosas. No es nada nuevo, la falta de
previsión administrativa del Ejecutivo en
el procedimiento de renovar cotos de caza, que
tenía que haber actuado, con tiempo suficiente por delante, para que
esta situación no se produjese.
Tiene capacidad administrativa y
personal de sobra para
haber solventado con
anterioridad cualquier aspecto o circunstancia influyente
en el proceso de adjudicación. Nuevamente
les “ha pillado el toro”, y las consecuencias negativas
de esta actuación las
soportará el cazador, una
vez más, que ya ha
pagado la licencia, la cuota del coto de caza, seguros, emisoras,
atención a sus perros, etc.,
con el
consabido desembolso
dinerario que
todo esto supone,
pero que se
encuentra imposibilitado para poder cazar. Por
lo tanto, guardas al paro.
No solo es este contratiempo, sino que también crecerán los daños
en tierras de labor. Los
numerosos maizales de la comunidad
están sufriendo graves consecuencias.
Son las
tierras
que proveen
suministro alimentario
a las
piaras jabalineras.
De
otra manera cabe pensar que, llegados hasta aquí, pudiera ser
debido, siguiendo trayectorias anteriores, a una acción premeditada
de cuyos motivos se
desconocen, quizás
podremos intuirlos, con escaso margen de error;
otra cosa no se entiende, teniendo
en cuenta el nivel de la maquinaria jurídica, administrativa y de
personal de que dispone el Gobierno del Principado. Estas cosas ya
deberían estar resueltas con anterioridad y no dejarlas a un lado,
en espera de darles solución
una vez
el tiempo vencido.
Cuando
se dice que la caza en el Principado, no es una actividad que
entusiasme al Gobierno
del Principado., no es nada baladí o ganas de molestar. Existe la
creencia entre los
cazadores asturianos, de
que carecen
de la consideración necesaria por
parte de este gobierno y
de los anteriores. Un
ejemplo más
de este desapego lo tenemos en los perjuicios que están suponiendo
renovar los cotos de caza. A
buen seguro que vendrán otros. Pero
eso, que les importa.
El caso
es que
los cazadores de esta
tierra estamos
vendidos.