
El
rebeco del Cantábrico,
es un animal
localizado al Norte de
la Península Ibérica, que discurre en paralelo al Mar Cantábrico.
Es
la pieza de Caza Mayor, por
antonomasia, mas
típicamente representativa de la fauna cinegetica de
los terrenos de alta montaña asturiana,
en la que habita bien
adaptado a la altitud y bajas
temperaturas.
Su caza, en ocasiones
presenta dificultades:
es un
método apasionante
y deportivo al mismo
tiempo, puesto que
requiere del cazador experiencia, gozar
de buenas condiciones
físicas
y tener
cultura
de lo que es y
simboliza
el monte en
el que tendrá que desenvolverse.
La
singularidad del trofeo
del rebeco
de la Cordillera
Cantábrica,
tiene el significado de
estar bien definida;
es de
unas características
únicas dentro de las de su genero, lo
cual le hace
diferenciarse de las doce subespecies existentes en el mundo
(una
variante del rebeco del Pirineo y la gamuza de los Alpes; es de menor
tamaño que ambos, y
muestra importantes diferencias en su cuernas), que
ha logrado traer en
otros tiempos hasta
las escarpadas crestas
que conforman el
extraordinario
relieve del ecosistema
asturiano,
a numerosos
cazadores españoles
y
extranjeros, coleccionistas
deseosos de obtener en
su haber este
exclusivo y
peculiar trofeo de
caza.
Esa
condición señalada y tan representativa, de
potencial repercusión, es
la que ha hecho posible,
antaño, no hace mucho,
el turismo cinegetico
haya centrado su voluntad,en
gran medida, en la caza
de esta especie, lo
cual ha tenido el
significado de haberse constituido también en un oportuno
elemento de apoyo para
los ingresos de
numerosos negocios locales en época de baja afluencia de visitantes,
que les ha facilitado
mantener su actividad.
Hoy, la
posibilidad de
su caza ha quedado un
poco reducida, puesto
que la densidad del rebeco ha
sufrido una involución en lo que significa
su nivel poblacional, debido
como causa general,
a la enfermedad de la sarna sarcoptica
contraída en la
vertiente oriental de la
cordillera, que casi
lo diezma en esas
zonas. Una vez
que los más fuerte
ejemplares han hecho resistencia y vencida la enfermedad, se
tiene la percepción de encontrarse la especie en proceso de
recuperación (en este sentido, hay noticias alentadoras, que
hacen concebir la esperanza de verle de nuevo, al
igual que antaño,
alcanzando notables
cotas de densidad en
sus rebaños y consolidando su expansión),
lo que traducido
significa un recurso
natural, patrimonio
público de gran riqueza.
El
jabalí, el venado, el gamo en el Sueve, el corzo
, especies
de caza
que abundan en Asturias (
el corzo en cuarentena, debido a la
enfermedad del “gusano de las narices” que
padecen numeroso
ejemplares por
casi todo el territorio),
serán
solamente
un complemento a la
totalidad de
la economía
participativa que generen
los cazadores foráneos
al medio rural donde
more cercano este herbívoro. Pero,
específicamente, el
rebeco
del Cantábrico,
será quien se lleve la
“palma,” cuando
alcance una superior
densidad en las
reservas, y en
algunos cotos, volverá
a ser de nuevo quien marque el hecho diferencial. Así
me parece.