Agosto es un mes especial e interesante para el cazador que practica la modalidad de la menor; momentos de apertura de la media veda, de múltiples facetas que permiten lances sobre variedad de especies cinegéticas clasificadas como menores; tiempo de espera y tránsito hacia la apertura general de la veda.. La caza de la codorniz, gallinácea viajera (posiblemente sea la única que lo haga), tiene muchísimos adeptos en su práctica debido a las peculiaridades y grandes prestaciones que concede.Este tipo de caza, como todo aficionado a esta actividad cinegética estival sabe, se hace de forma relajada y tranquila, sus características y peculiaridades, la convierte en todo un privilegio para el aficionado. Período pues que se aprovecha en el entrenamiento de perros de muestra curtidos y para adentrarnos en el adiestramiento de algún que otro cachorro que nos viene advirtiendo de sus buenas condiciones y disposición para este deporte.
Junto con nuestros fieles aliados los perros, Sena (joven promesa, a no tardar toda una realidad), la Niza y el Lord de Javier, (los tres, Setter Ingles, Laverack (al que en esta ocasión he tenido la fortuna de poder acompañar,para mí una satisfacción) hemos sido partícipes de una jornada de caza de codornices en campos de la vecina provincia leonesa. Salida desde nuestros lugares de residencia en horas muy tempranas, pues había que aprovechar los resquicios que el tiempo fresco de la mañana del nuevo día nos podía ofrecer en evitación, lo más posible, de tener que soportar la inclemencia de una canícula que se preveía tendríamos que padecer, no fallando en esta oportunidad las previsiones meteorológicas previstas.
Los perros, bien trabajados, como siempre, sin notar el parón del invierno y la primavera, todo un síntoma de la destreza y dedicación que su propietario Javier despliega sobre estos animales, (exigencia y sensibilidad, de plena obediencia a las órdenes de su dueño), ofreciendo la mejor versión de sus caracteres, cada uno con su estilo definido, sin distracciones, centrados siempre en la búsqueda de la pieza. Gracias a ellos, a su inmensa afición e inteligencia, hemos podido disfrutar de lances muy meritorios, de acierto y firmeza en las posturas, eficaz cobro que nos ha permitido lograr un buen resultado.
