Que la caza no gozaba de copiosas prebendas económicas por parte de las instituciones públicas, era una creencia absoluta por parte de quien aquí escribe. El nimio reparto que en ocasiones se producía (desde la Consejería del ramo), cara a paliar supuestos daños producidos por la fauna cinegética en cotos regionales gestionados por sociedades locales de cazadores asturianas, podríamos enmarcarla como un hecho testimonial irrelevante e intrascendente dada la exigua cuantia (unos 40.000 Euros, se ha reducido más del 50%), que la administración, ausente su colaboración durante varios años, tiene a bien destinar en la actualidad para este tipo de prestaciones.
Pero a tenor de las noticias aparecida en estas fechas en un medio de comunicación impreso de ámbito regional y de máximo alcance en sus ediciones diarias, en relación con un vetusto litigio que se lleva a cabo sobre la adjudicación de un coto de caza, me hace pensar y replantearme sobre mi primitivo credo y llegar a la conclusión de que esto, no es exactamente así. Que aquí, pudo haber “bulas” discriminatorias con el resto de las demás sociedades de cazadores.
En este rifirrafe o quimera que se traen estos del contencioso, ha salido a la luz pública y creado estupor, un hecho relevante, dado su importancia y transcendencia para el conjunto de la cinegética asturiana, como es que, una de las sociedades haya dejado de percibir la nada despreciable cifra de 9.000 Euros como subvención de la Administración, según informa, con luz y taquígrafos, el máximo responsables de una de estas entidades, siendo diáfano en su categórica afirmación. Es evidente que no he inventado nada.
Canonjía pues derivada hacia un solo ponente, que pone al descubierto una práctica inusual, con categoría de agravio comparativo con el resto de sociedades que no han percibido estas dádivas tan sustanciosas, al menos eso parece, a la que no tengo porque oponerme en lo referido a su importe, siempre y cuando el tratamiento sea para todo el mundo igual.
Ocurre que no es así, tengo dudas razonables sobre le energía tan afectiva y altruista de la institución pública en este caso, si me ciño al dinamismo del que da muestras la existencia de una fuerte rumorología circulante, que me han hecho posicionarme en la cima del escepticismo, por lo que me hace pensar que no es de recibo que a una sociedad de cazadores de nivel medio dentro de las de su clase, la administración le otorgue, para subsidio a los damnificados por los perjuicios ocasionados por las especies cinegéticas en sus terrenos objeto de acotado, los 9.000 Euros precitados, mientras otras han estado alejadas y sufrido la indiferencia y quizas la deslealtad con mayusculas de los organos reptores responsables e impedido tener acceso a este tipo de ayudas de magnanima exclusividad.
Se queja la persona de referencia, de la pérdida para el grupo que preside y representa, de este rumbosa, alegre y exuberante cantidad, consecuencia directa de no habérseles concedido la adjudicación del coto, requisito imprescindible exigido por el Principado para esta entrega de copiosas proporciones, si las estimamos comparativas, tal y como se pretendía desde la entidad de la cual tambien es portavoz. Ciertamente, tal vez por descuído o quizas una falta de pudor en el testimonio, este responsable ha carecido en lo que pudiese ser denominada sutileza informativa, en su aparición ante los medios, cuando afirma que la administración nunca les benefició.
Puede ser cierto que nunca, habría que retrotraerse a otras campañas, en lo referido a esta aportación benefactora, hayan llegado a cobrar el importe de referencia, pero que la Administración les tenía concedido y preparado, si no miente este Sr., y a punto de hacerles recibir el “momio” crematístico, es un hecho verosimil. Creo que ha faltado prudencia en este dirigente, se le ha ido la mano en su exposición y por ende destapó lo que bien se pudiese considerar como probable se haya establecido una situación de especiales y privilegiadas prerrogativas.
Todos sabemos el estado actual de las cosas en torno a la caza en Asturias, de las penurias financieras que atraviesan los órganos de gestión. Carente de ayudas, abandonada a su suerte, la cinegética asturiana vive uno de sus peores momentos en la obtención de peculio. Se viene produciendo de forma sistemática y cuantitativa bajas en sus afiliados. Por eso no se entiende el dispendio de los 9.000 Euros, que bien pudieron ser concedidos unilateralmente, cuando son notorias, la administración lo sabe perfectamente, las necesidades básicas que tienen y la precariedad en que viven las demás sociedades.
Alguien debe de dar explicaciones de como y porque una asociación percibia un legado de estas proporciones, en detrimento del resto, con fondos públicos que, si los hubo, deberian de haber sido repartidos multilateralmente de forma proporcionada y adecuada y no a a una sola unidad de indentica caracteristica que las demás; en eso no se encuentran diferencias sustanciales que justificaria el donativo. ¿Se ha violado el principio de igualdad de oportunidades para todo el estamento cinegético de nuestra región que dicta el prólogo la Ley de Asturias de la Caza?