Es
la densidad de una especie salvaje tan problemática, como el
jabalí, el resultado
de una “anárquica gestión cinegética
en Asturias”,
como aseguran?
En este sentido, es
evidente que la caza, no
estuvo, ni está
sentada de brazos, viéndolas pasar. Quienes
hacen manipulación deliberada de una realidad buscando
su propio interés,
necesitan hacerse visibles con titulares subrepticios
que los justifiquen.
Determinar
con objetividad
las claves del
crecimiento demográfico del jabalí en el Principado de
Asturias requiere,
más que otra cosa,
de matices y espacios.
Resulta improbable
que la caza
en nuestra Región tenga vínculos
determinantes
con un fenómeno
global
producido en la naturaleza que dicen,
todavía no ha sido del
todo aclarado, aunque
se hayan configurado
situaciónes que
permiten interpretar a
simple vista (la
realidad es muy visible), algunos
aspectos importantes
del como y el porqué,
de lo que sucede con
este suído.
No
supone ninguna novedad
que la caza asturiana
está demostrando su
utilidad, respondiendo
a una demanda social. Desde
hace decadas que ha
hecho patente de
sus comportamientos positivos.
En esa línea de responsabilidad contraída, a la que nunca ha
renunciado, la caza se posiciona como elemento clave en la medida de
hacer compatible la
sostenibilidad de una
especie silvestre tan
sumamente invasora, prolija
en reproducirse y oportunista
, a la que la
sociedad asturiana en conjunto
le es muy necesario
equilibrar su población.
El
patrón de comportamiento de la actividad cinegética en el
Principado, en relación a la gestión del aprovechamiento de este
animal, tiene que ser obligatoriamente de gran profusión crediticia.
Sin el concurso de la caza, la situación en
torno a esta especie,
sería caótica en la
actualidad. En
absoluto tiene nada que ver la caza con su
portentosa demografía.
No ha sido cuestión de gestión improcedente, ni
de abandono; tampoco de una falta
der ambición de los cazadores por abatirlo, como han reflejado
récnicos de la Consejeria en un trabajo escrito y publicado.
Las causas son otras.
Este animal se
sobrepone a todo, máxime si se le facilitan condiciónes. Y,
estas, se dan. y se
prodigan.