Y lo hace con gran satisfacción personal, por lo mucho que para mi representa la buena acogida que desde sus inicios, allá por el mes de marzo y principios de abril de del 2010, este blog ha tenido desde entonces. Algo impensable que no buscaba hallar; elaboraba un pasatiempo en el que contar cosas intranscendentes de caza, nada serio que me involucrase en los vaivenes del devenir de la cinegética asturiana, pero pasado el tiempo, sin esperarlo, habían sucedido cosas extrañas a mi alrededor que me hicieron tomar conciencia y defender lo que por Ley me pertenece. Se había procedido a la adjudicación irregular por el Principado de la gestión de un coto de caza a una determinada empresa, invadiendo flagrantemente los derechos constitucionales de una sociedad cinegética como es la mía a la cual pertenezco, con arraigo y experiencia en la administración cinegética en la zona objeto de acotado, razón suficiente, que me hizo ser más activo y extensivo en mis reivindicaciones en defensa de mis intereses corporativos. Así fue creciendo él blog, con aportaciones de mi cosecha particular que me hizo ser más heterogéneo. Una labor intensa que no me ha causado ningún tipo de esfuerzo, a pesar de mi dedicación, que ha contado desde sus inicios, con el apoyo y ayuda moral de personas allegadas, amigos y compañeros entrañables del que nunca me han faltado ánimos.
El blog tiene un componente característico, estrechamente ligado a mi caracter, claramente independiente y algo altruista, por lo tanto, sin ningún ánimo de lucro, alejado de aspectos comerciales y de propaganda. Una línea editorial que me he empeñado en defender, con la libertad que se requiere, guardando las formas y respetando las personas, sin escaramuzas de improperios, que lo único que hacen es dejar en evidencia a quien así se pronuncia. Opinar sobre algo en concreto, hacerlo a través de medios escritos o hablados, es un derecho inalienable del hombre que tiene que ser respetado a toda costa, se esté, o no, de acuerdo con el contenido de lo manifestado, no hay que menospreciar a nadie, salvo que con ello se persigan otros objetivos que pudieran ser de dudoso gusto.
La caza, las especies cinegéticas, su poderoso y atrayente influjo, la problemática institucional de la normativa que regula la caza en Asturias, es el eje que mueve mis comentarios, el epicentro de mis intervenciones de las que no están exentos pasajes de las experiencias acontecidas que he acumulado durante mi larga trayectoria en este campo de la venatoria. Cuando hablo o escribo, no estoy en posesión de la verdad, por más que alguno (muy pocos) se empeñen en decir lo contrario, a pesar de mis advertencias preventivas, y me lo recriminen sin necesidad, de forma insustancial y maquinea; evidentemente yo no siento cátedra, por lo que en todo mi trabajo seguro que he herrado en ocasiones y en otras, espero hayan sido las más, acertado.
Siempre he sido un buen aficionado, seguramente un adicto, a la lectura, una de mis aficiones favoritas y por deriva lógica, de la escritura, actividad que he ejercido modestamente como colaborador, durante un determinado período de tiempo, en un diario regional de gran difusión, en el que, su director, al que estaré agradecido eternamente, por sus deferencias hacia mi persona, siempre encontraba un hueco para mis artículos en una sección publicada los viernes, de gran aceptación, relacionada con la caza y la pesca.
Con esta nueva función a la que me he entregado, trato de aprovechar el potencial de herramienta para su uso que exhibe Internet a través de su estado participativo o lo que se ha dado en llamar la Red, y si de algo puedo servir a la caza. Lo hago, en lo que considero dentro de un orden, guardando las formas (las criticas pueden ser aceradas, pero desde el respeto debido a la persona), sin confrontaciones, ni respuestas contradictorias que no conducen a nada, en evitación de atender obstinaciones de atrincherados que den pié a hostilidades verbales.
Esta página de opinión, alcanza cotas de crecimiento que estimo como notorias, una realidad virtual que nadie debe cuestionar. Es la hora, por tanto, de ser agradecido y reconocer la actitud de quienes, desde el inicio, han estado a mil lado, aportando orientación y estimulo, ayudándome a dar a conocer el blog a personas integrantes de su entorno, familiar y de amistad. Gracias a Javier Ornia, José Ángel Fernández (Salinas), a Luis Tamargo y a todos mis compañeros de la Peña de Caza de Tolinas de Grado, de los que me congratulo de su amistad, que sé lo mucho que me promocionan y me siguen. En definitiva a todos los que de una u otra forma hacen de la lectura de mis artículos un buen ejercicio, lo que me satisface. A todos ellos, muchas gracias.