Informan
distintos medios de la prensa escrita asturiana que ha sido
descubierto en una zona del concejo asturiano de Santo Adriano el
cadáver de un oso pardo en avanzado estado de descomposición.
Parece que fue un aviso anónimo, quien posibilitó hallar el cuerpo
del animal en terrenos cinegéticos de régimen especial (coto de
caza), circunstancia que ha sido aoriovechada por una organización
de criterios contrarios a la caza, a fín de poner énfasis
descriptiva en la denuncia pública que han hecho, afirmando “falta
de colaboración de los cazadores en este suceso”.
Desde
la perspectiva de la “brillante tarea” de sacar una dedución de
tan significada caracteristica, en lo que aparenta ser simplemente un
claro sentido especulativo, lo relevante es que pone a la caza
asturiana en situación de indefensión. Hay antedecentes próximos
en el tiempo, en relación a la caza, que recogen distorsiones
deliberadas de una realidad, con el objeto de manipular creencias y
emociónes con la finalidad de influir en la opinión pública. La
utilización de bulos no es nueva. Su historia es muy amplia.
Al
referirse a la “falta de colaboración de los cazadores”, es
necesaria la verificación de datos y posterior traslado de la
información obtenida, a no ser que se dé el caso de un
desestimiento en la comprobación de las fuentes, que lo impida. De
todas formas, como quiera que haya sido, han dejado pasar la
oportunidad de su comparecencia para manifestarse de forma más
convincente. Dicho de otra manera, pudieramos interpretar de esta
inculpación, que la caza tenía conocimiento del deceso y el lugar
en donde se encontraba muerto el animal, y nada hizo para
comunicarlo. Otras cosas, serán la necropsia y la autopsia quienes
las aclaren.
A
medida que arrecian este tipo de campañas de acoso a la caza que
tratan de restarle aceptación y reconocimiento entre la ciudadanía,
se constata que se ha desperdiciado la posibilidad de liderar una
respuesta. Son muchas las veces que desde el Fapas se hacen
referencias a la caza, en donde no faltan declaraciónes componentes
de un lenguaje que muchos cazadores tenemos la certeza se manifiesta
despreciativo. En ese contexto de acritud verosimil, como forma de
poder contrarrestarlo a através de fuerte oposición, se necesita
de un cambio profundo de idéas e iniciativa en el actual yermo
federativo, no apto para la labor que se precisa, teniendo cuenta de
la importancia que ha de tener en un futuro próximo la proyección de
una voz resonante que surja y le confiera liderazgo.