
Bueno…
ya está aquí lo que los cazadores tanto nos temíamos. Nos han hecho una encerrona. No se han
movido del sitio y de sus primeras intenciones. Han estado jugando
con los cazadores mediante el engaño. La ley animalista de Bienestar
Animal, tiene todos los visos de salir adelante, sin mover ni una
“coma”. Se habló de que el Gobierno había sido receptivo en
algunos casos con el objetivo de hacerla más flexible y no
interfiriera de forma perjudicial en el desarrollo de la practica
cinegética. Nada de eso. Hay que remitirse a los hechos.
Esta
ley, si no se remedia antes, saldrá adelante con todos los
pronunciamientos a su favor que el Ejecutivo nacional haya querido
darle. La picaresca del gobierno ha consistido en decir a nuestros
representantes una cosa, para después hacer todo lo contrario, es
decir: seguir con su programa., haciendo caso omiso a nuestras
peticiones. Parecia que se habia abierto un resquicio, vana ilusión,
en las negociaciones; eso nos habian hecho creer, seguramente con la
intención de quitarnos de encima y ganar tiempo. Es evidente que se
han estado burlando de nosotros.
De
poco han importado las masivas concentraciones de cazadores,
mostrando sus temores ante esta ley que anunciaban se avecinaba.
Habla el Presidente de la Federación Española de Caza, el que ha sido "ninguneado", de
encontrarnos los cazadores en las urnas con el Ejecutivo. De esta
manera, nada, o muy poco podemos hacer. El enemigo está dentro. De
cara a la galería impera en el sector cinegético aficionados que
muestran evidentes muestras de contrariedad contra esta ley, incluso gritan contra ella haciendo la pantomina, pero que
sin embargo en cuanto a otorgar su voto, todo seguirá igual. Luego entonces por ahí, nada que
hacer; estámos vendidos.
Fastidia
pensar que si algo logramos sacar adelante en beneficio de dar
continuidad a la forma tradicional de la caza, esta gente “zorruna”
y oportunista que juega a dos bandas, se beneficien de los logros
alcanzados, si es que se consiguen; desde luego, nunca con su
aportación. Como se viene diciendo desde distintos ámbitos, se
presentan malos tiempos para la caza y los cazadores. Veremos hasta
donde nos dejan llegar.